Hay ocasiones en las que perdemos de vista nuestro nivel de nuestra deuda y no alcanza ya para pagar. Hay diversas soluciones, pero cada una tiene consecuencias diferentes.
Si estas teniendo complicaciones que te han llevado a presentar retrasos en el pago de tus créditos es importante que actúes pronto para corregir la situación y evitar un rápido aumento en el tamaño de tu deuda.
Supongamos que el mes pasado una persona no pudo hacer ni el pago mínimo en su tarjeta de crédito; se generarán intereses normales sobre el total de este adeudo y se asignarán intereses adicionales debido al retraso.
Si al siguiente mes esta persona tampoco realizará ningún pago, nuevamente se generarían intereses normales y adicionales sobre el total del adeudo. Esto puede hacer que su deuda aumente rápidamente. Por ello es necesario tomar acciones inmediatas.
Si has comenzado a tener retrasos o incumplimientos reorganiza tu presupuesto para enfocar los recursos a cubrir el adeudo, pues entre más tiempo dejes pasar sin hacer pagos, mayor será el adeudo que tendrás que cubrir al final.
El punto importante aquí es encontrar elementos que te permitan ahorrar cantidades que puedas dirigir al pago del adeudo. Para lograrlo, sigue la pista de tus gastos.
El segundo paso es no hacer más grande tu adeudo. Por el momento la prioridad es pagar el adeudo pendiente, así que añadir consumos con tu tarjeta de crédito a este adeudo puede desequilibrarte y evitar que te enfoques en reducirlo.
Un consejo útil es reenfocar la forma de ver las ofertas: Supongamos que vemos un anuncio que promueve un producto con un 30% de descuento. ¿Estás pensando “me puedo ahorrar un 30%”? Seguramente sí, pero más bien habría que verlo como “me estoy gastando el 70 por ciento”. Este cambio de enfoque te permitirá comprar, ya sea al contado o a crédito, de una forma más sabia y prudente.